¿Qué es el Proyecto Didáctico Euler?

El Proyecto Didáctico Euler es un marco para el autoaprendizaje de la física, las matemáticas y demás ciencias anejas. Todos sus textos son de libre disposición y está abierto a la colaboración de todo el planeta.

El elemento básico es el conjunto de temas, organizados en una red. Cada tema consta de un texto teórico explicativo, preparado de la manera más clara y amena posible, acompañado de ejercicios, problemas, proyectos de trabajo, notas históricas, anécdotas y toda aquella documentación adicional que pueda servir para disfrutar del tema en cuestión.

La red es amplia y compleja. ¿Cómo no perderse? Cada tema tiene unos pre-requisitos, y abre una serie de vías. Las llamaremos precondiciones y poscondiciones. Cuando el objetivo de la/el estudiante sea alcanzar un determinado tema, podría consultar el mapa para establecerse una ruta de aprendizaje.

¿Por qué Euler?

Muchas razones. A) Porque no distinguía ni quería distinguir entre física, matemáticas y otras ciencias. B) Porque trabajaba sin rigor pero con profunda comprensión de todo lo que hacía. C) Porque era un magnífico profesor. D) Porque no entendía de fronteras: siendo suizo de nacimiento enseñó en Alemania y Rusia, escribió en francés y latín... E) Porque no sólo era descubridor, sino también colonizador: estableció gran parte de la notación que nos parece hoy día habitual, y que nos simplifica en gran parte la comprensión.

Cuando se nos ocurran más, las iremos añadiendo.

Consideraciones básicas sobre los temas.

El objetivo a largo plazo es que la red sea autocontenida. Más aún: que sea sobredeterminada, que haya varias maneras de llegar de un punto a otro, mediante temas escritos por diferentes personas, eligiendo según el carácter de cada cual.

Los temas son de libre disposición. Todos son copyleft. Aborrecemos de la política de las editoriales. Aborrecemos de la idea de un libro de texto por curso. Más aún: aborrecemos de la misma idea de libro de texto, que pensamos debería cambiarse por la de materiales abiertos.

Los materiales deben ser de lectura amena. Muchos de los grandes (Euler, sin ir más lejos) escribían de manera amena, porque quien escribe de manera aburrida es porque le aburre el tema del que habla. Un consejo importante: ¡Leed a los clásicos!

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